28 de diciembre de 2009
Maltrato psicológico
Estuve viendo ayer este documental:
Trata el tema de los hombres maltratados por sus mujeres y saca a una especie de marimacho allí taladrándole los tímpanos al pobre calzonazos. Para mí el que aguanta durante años toneladas de mierda es porque algo bueno ve en ello. Sí que apoyo totalmente las medidas duras contra esos que cuando su mujer se divorcia se dedican a amenazar y a lanzar baladronadas. Si follaran más y hablaran menos seguro que muchos matrimonios se salvarían.
Pero el verdadero problema en las parejas es el maltrato psicológico, en el que casi siempre la mujer es agresora. Esas lengüecitas llevan veneno, y nuestra sociedad actualmente les da una impunidad total. Yo puedo contar con los dedos de la mano los tíos que han tenido los cojoncillos de insultarme en mi presencia, casi siempre a traición en situaciones sociales en las que era muy difícil defenderse. Las mujeres no, esas insultan donde quieren y cuando quieren. Van sueltas por ahí, con los privilegios de la sociedad católica, los derechos del feminismo y la sinvergonzonería de nuestra época.
A la mujer española la han educado para hacerse cargo de un destripaterrones y hacerlo un hombre. Esto puede convertirse en realidad la mayoría de veces, pero no siempre. Cuando es el hombre el más inteligente y mejor formado, entramos en un terreno pantanoso que no puede abocar más que a grandes discusiones. Si el hombre sabe lo que se juega, cortará la relación lo antes posible.
No se habla nunca del porcentaje de mujeres a las que se les va la pinza. Yo creo que no debe bajar del 5%, algunas ya loquitas de nacimiento y otras estropeadas después. Por amargas experiencias, podría establecer una triple tipología:
- TLP: aunque no se suelen diagnosticar en España, en otros países hay estadísticas que acercan al 5% el porcentaje de mujeres afectadas por algún grado de Transtorno Límite de la Personalidad. Estas tías funcionan como nuestra economía, a base de burbujas: ahora estoy muy bien, mañana me cojo el berrinche loco, me pongo a llorar, te insulto, te dejo, luego vuelvo, y así hasta que se acaba la relación. Es como si tuviesen la mente anclada en los ocho años y cualquier presión les causara un inmenso dolor. Pueden llegar en su masoquismo a buscar el maltrato tuyo, y desde luego no van a terminar sus crisis hasta no llorar y echarte las culpas a ti. No hay más solución que dejarlas.
- BDSM: hay un 10% de mujeres que disfrutan con algún tipo de restricción de movimientos durante el acto sexual. Dentro de ese porcentaje creo que existen muchas que oscilan entre el masoquismo y el sadismo psicológico. No expresan su sed de dominio en la cama pero sí en la continua lucha psicológica, que por supuesto acaban ganando. Poco a poco, te vas a ir convirtiendo en ese calzonazos que nunca quisiste ser, autojustificándote en tus hijos, en el qué dirán o en la ruina que te espera al divorciarte. Hay algunas que mantienen sus relaciones durante muchos años, siendo ya el gayumbazos de turno un simple cabestro manso.
- PYLV: a veces no hay ninguna patología sino una educación basura que las lleva a creer que están por encima de todo quisque y que si pudieron pisar a su padre mil veces, a todos los demás tíos de él para abajo también. Ésta es la tía retratada en aquel anuncio de champú: "porque yo lo valgo". Y aquí ya no sufre el que tenga una relación con ella sino cualquiera que se le cruce en el trabajo o en la calle. Hay que decir que el famoso male marriage squeeze hace esta tipología mucho más frecuente en las nacidas a finales de los 70.
Veo venir una brutal reacción por parte de los hombres. Se tienen que acabar todas esas borrachas maleducadas que no quieren tener hijos. Y se tienen que acabar también todas esas leyes que intentan convertir a las vacas en toros de lidia. El desastre demográfico y educativo es demasiado grande como para andar escuchando cantinelas progres.
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© A. Noguera