17 de junio de 2022
La situación macro

Nada que me sorprenda está ocurriendo en todo este periodo, y de hecho no presto demasiada atención a los mercados, aunque a veces hago un pequeño repaso por las noticias.

La idea de que vamos a una situación de tipos altos, recesión e inflación persistente no me parece muy realista. Si llega a haber recesión, volverán a bajar tipos, y no veo forma de que la inflación persista si se cierra el crédito y afloja el empleo. Está claro que la inflación lo que tiene es una tormenta perfecta en la que se unen varios factores: excesiva masa monetaria, salarios en aumento, incipiente burbuja inmobiliaria, cuellos de botella y materias primas disparadas. Pero las subidas de tipos sí que están atacando muy directamente al exceso de masa monetaria, y la prueba es que el dólar se mantiene muy fuerte. Pronto estas subidas harán mella en el empleo y los salarios moderarán sus subidas, y también se enfriará muy claramente el mercado inmobiliario. Los cuellos de botella creo que se están solucionando ya, es cuestión de tiempo. El problema de las materias primas se ha agravado por Rusia, pero este factor por sí mismo no puede mantener la inflación en el 8%.

Pienso que, dentro de los errores de la Fed en estos años, el principal ha sido el discurso de la transitoriedad de la inflación. Esto inhibió los aumentos de producción y fue una de las causas de la no transitoriedad de la inflación. No pudieron entender que estábamos en un periodo nuevo en el que el factor trabajo se revaloriza y que esto da un consumo más fuerte y un crecimiento sostenido del PIB. Hay que convencer a los productores para que aumenten la producción, porque este tirón del consumo se va a mantener. No creo que haya ninguna recesión, y si la hay será muy leve y breve.

La economía quiere tirar, la gente cobra y quiere gastar, por eso no creo que se pueda bajar la inflación del 4%-5% en los próximos años. Sorprende a algunos la energía que tiene la sociedad, pero así suele pasar después de las pandemias. En realidad, la economía es psicología, alguien tiene ganas de hacer cosas, alguien quiere mejorar su vida, alguien inventa cosas nuevas. La idea mecanicista de la macroeconomía es decimonónica y está desfasada.

Los bancos centrales no van a mantener los tipos en el 6%-7% para intentar hundir una inflación sana, basada en las rentas del trabajo y en un crecimiento legítimo y sostenible. Los tipos se van a mantener crónicamente muy por debajo de la inflación, no pueden ir más allá del 3%, por mucho que endurezcan el discurso. Las abultadas deudas públicas obligan a devaluar a largo plazo las monedas y a mantener intervenido el mercado de bonos, el QE volverá y las muy deflacionarias CBDC ayudarán a ello suprimiendo el crédito bancario.

Los beneficios de las empresas van a seguir creciendo y el dinero va a volver al mercado, lo que ocurre es que volverá con otra mentalidad más racional y se colocará sólo en aquello que tenga sentido. Yo creo que hay ya infravaloración, la gente tiene demasiado miedo y descuenta demasiado. Estoy a favor de la desglobalización, pienso que es lo mejor que les podía pasar a nuestras economías, no nos dábamos cuenta de la anemia que padecíamos por todo el dinero que se nos iba yendo a Asia.

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© A. Noguera