Los resultados de las elecciones a mí no me muestran una decadencia tan grave del PP ni una pujanza de la izquierda. Lo que me muestran es el mal diseño ideológico de VOX, del que vengo avisando desde hace años.

Un partido que se supone de ultraderecha pero que es centralista en España toca un tope, no puede nunca atraer realmente al votante periférico. España desde 1714 no ha funcionado nunca bien, por esa idea castellana de hegemonizar un territorio sobre el que no tiene una capacidad de liderazgo económico.

Ahora mismo, con este resultado, si VOX no existiese y sus votos hubiesen ido al PP, ya tendría Feijóo la mayoría absoluta por la ley D'Hont. Y si no le llegase la mayoría, pactaría sin dificultad con el PNV, como hizo Aznar.

Pero el PNV, aunque en realidad es un partido de derechas y de gente que va a misa, no puede propiciar un gobierno en el que entren a tomar varios ministerios unos tíos que piden reiteradamente quitar el concierto vasco e ilegalizar directamente su partido.

Si VOX fuese, como el resto de la extrema derecha en Europa, federalista, podría captar muchos más votos en la periferia, pero la realidad es que el "pene en uve", ese partidito del que tanto se burlan, sigue siendo decisivo y necesario tanto en un lado como en el otro. Me ha gustado lo que ha dicho Aitor Esteban: frente a las mareas azules y los tsunamis, la roca del PNV. Son más duros que los espolones del monte Jaizkibel.

Pero es que para el PNV tampoco es agradable sostener indefinidamente gobiernos con alianzas comunistas, cuando su programa en el País Vasco es más bien liberal. Y lo mismo le pasa a Junts per Catalunya. La situación no es buena para nadie.

Yo sólo veo a partir de aquí tres opciones, ninguna fácil:

1. El PNV acaba pactando con Feijóo intentando ignorar a VOX.
2. Se vuelve a montar otro "gobierno Frankenstein" aún más ajustado que el anterior. Habrá que convencer a Junts per Catalunya, que va a pedir más pasos hacia el federalismo.
3. Se repiten las elecciones y acabará saliendo otra vez el mismo resultado. Como ya he dicho, PP-VOX es una suma que toca un techo, que acaba encallando en los arrecifes PNV-Junts, en la ley D'Hont y en la cantidad de votos de VOX que no se traducen en escaño.

No puedo saber cuál de las tres es la más probable, la que a mí me gustaría es la 2, y que Baldoví se mueva un poco e intente sacar la financiación, porque se ha ido a integrar en Sumar y está muy diluido. Hay que buscar una solución para toda España, no para un territorio por aquí y otro por allá, hay que descentralizar todo el Estado.

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© A. Noguera