28 de julio de 2023
La disclosur va a llegar

Van saliendo las cosas escalonadamente. Supongo que ya habréis oído hablar de las declaraciones de David Fravor, Ryan Graves y David Grusch bajo juramento ante el Congreso de los EEUU. No es que haya añadido ninguno de ellos nada que no hubiese dicho antes, aunque ha sido una lástima que no haya comparecido también José Antonio Caravaca para explicarles que era todo un fenómeno psicológico, y su amigo Íker Jiménez para poner la musiquita de fondo.

Sea como sea, ninguno de estos tres testigos ha aportado nada que no hubiesen afirmado anteriormente, aunque sí que ha sido importante que se ratificasen en sus declaraciones con total exactitud cuando han estado bajo juramento, no en vano son tres militares de alta graduación.

Lo que más han destacado los medios de esta audiencia histórica en pleno Capitolio es la breve respuesta que ha dado Grusch a la congresista Nancy Mace cuando le ha preguntado por la naturaleza de los "restos biológicos" encontrados en las naves accidentadas. Simplemente le ha preguntado: "¿Eran restos humanos o no humanos?". Y el otro ha soltado: "No humanos".

David Grusch no es uno que pasa por la calle, ha sido miembro de la National Geospatial-Intelligence Agency y la National Reconnaissance Office, dos organismos del Pentágono dedicados exclusivamente a la investigación de los OVNI, pero es que además, de 2019 a 2021, ha estado también en la Unidentified Aerial Phenomena Task Force, que ahora se llama All-domain Anomaly Resolution Office, es decir, el organismo dependiente del ministerio de Defensa que investiga los OVNIs. Además de eso, de finales de 2021 a julio de 2022 ha sido uno de los que ha dirigido el análisis de los llamados UAP en la National Geospatial-Intelligence Agency. Además de eso, ha sido uno de los asesores en la redacción de la ley National Defense Authorization Act de 2023, que tiene un apartado específico para el reporte de la información sobre OVNI, incluyendo la protección de testigos y las excepciones a los acuerdos de confidencialidad.

Grusch no es el típico ex agente de la CIA que filtra información, es el tío que produce esa información, es a quien había que reportar todo lo que ocurriese, el mayor especialista en OVNIs del Pentágono.

Claro, ahora todo el mundo está pensando: ¿y cuándo esto lo podremos ver? Pues ahora mismo lo vais a ver, pero no el cadáver sino el tío en perfecto estado de salud:

Pincha aquí para verlo en YouTube.

Lo que veis ahí es un alienígena del tipo gris, y no me creo que fuese un muñeco articulado ni una representación de videojuego, el vídeo apareció en 2011 y se puede ver cómo el muchacho parpadea, mueve las cejas, arruga la frente… De muñeco nada. Jocosamente, a esta "entidad biológica" se le ha puesto el nombre de Skinny Bob. Algo igual o muy parecido a eso es lo que pienso que hay en las neveras del Área 51.

Pero, para mí, lo más importante de la audiencia es lo que ha dicho Andy Ogles, uno de los congresistas:

"Hay claramente una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU. Como miembros del Congreso, tenemos la responsabilidad de mantener la vigilancia y estar al corriente de estas actividades, de modo que, si procede, emprendamos acciones. Yo solicitaría al presidente que permita a todos y cada uno de los testigos, en particular al señor Grusch, hablarnos en un SCIF [sala para conversaciones clasificadas], y si ese acceso es denegado yo personalmente me prestaré voluntario para iniciar la regla Holman contra cualquier personal o cualquier programa o agencia que deniegue el acceso al Congreso".
Esta regla Holman, que se ha ido poniendo y quitando en EEUU desde 1876, simplemente permite al Congreso reducir o eliminar completamente el salario de cualquier empleado público que se crea que no desempeña fielmente su función. La regla está ahora vigente, después de que los republicanos la hayan reinstaurado en enero de este año, y por tanto lo que quiere Ogles es que le abran los hangares y los depósitos de cadáveres del Área 51 o cualquier otra zona altamente clasificada para poner luz y taquígrafos a lo que allí ocurre. Habrá habido en el pasado filtraciones, rumores, dimes y diretes, pero hasta ahora no se habían los congresistas puesto a legislar para forzar la disclosur completa y llevarse por delante a cualquiera que encubra nada.

Si se escucha la audiencia completamente, se puede ver que los congresistas básicamente sospechan que hay un gran encubrimiento, ayudado por los contratistas privados. Específicamente, se refieren a sobrecostes en la facturación de servicios ordinarios para encubrir los programas secretos. Ese juego entre el estado norteamericano y las empresas privadas armamentísticas Eisenhower lo llamó, en su discurso de despedida en 1961, el "complejo industrial-militar".

Mucho se ha hablado de los supuestos tratados de Eisenhower con los grises a partir de 1954, del grupo Majestic 12, de los protocolos para la recuperación y encubrimiento de naves y cadáveres extraterrestres. Circulan por la web supuestas fotografías de los protocolos oficiales de actuación de los "hombres de negro" y los otros encubridores.

En una de esas páginas se puede leer:

Sección I. Organismos vivos.

  1. Alcance: Esta sección se refiere a encuentros con Entidades Biológicas Extraterrestres (EBEs) vivas. Estos encuentros caen bajo la jurisdicción de MJ-12 OPNAC BBS-01 y serán tratados por esta unidad especial exclusivamente. Esta sección detalla las responsabilidades de las personas o unidades que realicen el contacto inicial.

  2. General: Cualquier encuentro con entidades de las que se conozca su origen extraterrestre será considerado un asunto de seguridad nacional y por tanto clasificado ALTO SECRETO. Bajo ninguna circunstancia deberán el público en general o los medios de comunicación conocer la existencia de estas entidades. La postura oficial del Gobierno es que estas criaturas no existen, y que no hay ninguna agencia del Gobierno Federal dedicada a ningún estudio de los extraterrestres o sus artefactos. Cualquier desviación de esta política está estrictamente prohibida.

  3. Encuentros: Los encuentros con EBEs se clasificarán de acuerdo con una de estas categorías: a. Encuentros iniciados por EBEs. El posible contacto deberá tener lugar a iniciativa de estas entidades. En estos casos, los encuentros se deberán concertar en instalaciones militares u otras localizaciones seguras concertadas de mutuo acuerdo. Estos encuentros tendrán la ventaja de estar limitadas a personal con acreditación adecuada y lejos del escrutinio público. Aunque no se considera algo muy probable, existe la posibilidad de que los EBEs aterricen en lugares públicos sin previo aviso. En este caso, el Equipo OPNAC elaborará versiones de encubrimiento para la prensa y preparará discursos para el Presidente y los jefes de personal.

Y así continúa durante varias páginas explicando cómo se deben llevar a cabo los encubrimientos y qué tratamiento hay que dar a los restos de las naves y a los mismos alienígenas, que en ocasiones son atrapados vivos. Incluso se detalla la asistencia sanitaria que hay que darles. También se dice que es preferible que se muera el extraterrestre que revelar el secreto, es decir, que no se les puede meter por urgencias de un hospital y sólo los médicos militares los pueden atender. Por supuesto, no falta tampoco el protocolo para recuperar cadáveres y conservarlos.

Y ahora lo que viene Grusch a decir es que muy probablemente todo esto sea verdad.

Pienso que Grusch no está actuando solo, pienso que hay detrás una planificación. Se habla de dos facciones en el Pentágono, una a favor de la disclosur y la otra en contra. Los motivos y las implicaciones de estas dos posturas los explicaré en una serie de artículos que estoy preparando, pero de momento os voy a adelantar algo: lo que va a salir no va a ser bonito, no van a montar un Disneyland en Roswell, lo que hay es un forcejeo entre estas civilizaciones alienígenas y nuestros gobiernos, y también hay el problema de que se están llevando a gente y no la devuelven, hay varios miles de desaparecidos al año.

Grusch en sus declaraciones ha puesto siempre límites, sabemos que ha recibido autorización directa del Pentágono para declarar lo que ha declarado, y para todo lo que no tiene autorización ha callado. Entonces, es el Pentágono el que obviamente ha decidido lo que este agente suyo puede decir o no, por mucho que ahora se hagan los desentendidos.

Pero el problema es que hay mucha gente pringada en delitos de los que se han creído en todo momento impunes, están los agentes de inteligencia, los militares y también los directivos de las empresas contratistas, que son las que realmente mantienen el encubrimiento ahora mismo. Una disclosur implica una asunción de responsabilidades, ahí es donde está su miedo y su resistencia a dejar salir la información. Pero este tema ya no se puede tapar más, antiguamente a lo mejor amedrentaban y hasta mataban a alguno, como ha dicho el mismo Grusch, pero ahora ya no estamos en aquellos tiempos brutales de guerra fría, ahora no puedes ir cargándote al que habla y por eso no paran de hablar.

Pero faltan muchas cosas por saber: ¿son los extraterrestres los que presionan para salir? ¿Hay tratado o no hay tratado, y en qué términos? ¿Qué es lo que buscan estos seres y por qué están aquí? Todo esto lo voy a ir comentando en próximos artículos.

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© A. Noguera