1 de mayo de 2025
El apagón

A mí el apagón me pilló en Cocentaina intentando echar gasolina a mi moto. En la Comunidad Valenciana, el lunes siguiente al lunes de Pascua es la festividad de San Vicente Ferrer y la mayor parte de los institutos no da clase. Realmente, lo que tuve fue apagón y reventón al mismo tiempo. Paré en la gasolinera tranquilamente, intenté echar gasolina y el empleado me explicó que no tenían suministro eléctrico y que las bombas no funcionaban. Cuando intenté volver a arrancar, el neumático trasero estaba completamente vacío. Lo miré un poco luego y vi una raja. Probablemente se me había clavado algún cristal un kilómetro antes, cuando se me ocurrió la buena idea de rebasar por el arcén una fila de vehículos parados por unas obras en la carretera.

No quiero aburriros con mis pequeñas peripecias, pero sí que os quiero compartir las cosas que aprendí en aquellas horas:

  1. El RACC tiene una asistencia en carretera que se basa en entrar en las pantallitas de una web a poner datos y más datos, te pide incluso la dirección exacta del lugar en el que te has quedado tirado. Si no hay cobertura o no tienes clara la dirección exacta, el programita no te muestra el botón de enviar petición. Las llamadas telefónicas no sirven de nada, porque te reconducen al Wasap y simplemente te mandan un enlace para que entres en su web. Además, aunque al final consigas pasar por todas las pantallitas y se active la asistencia, en mi caso cuatro horas de espera no fueron suficientes y el servicio parece bastante malo. Darte de baja luego es también problemático porque te cuelgan el teléfono o te dicen que envíes un e-mail con tu firma escaneada, pero luego el e-mail no se responde. Parece que yo he estado circulando durante unos cuantos años con una falsa sensación de seguridad por la imagen de marca del RACC, pero, según apuntan algunos con más experiencia, estos clubes de conductores están ya en franca decadencia.

  2. Hay algunas gasolineras que tienen acceso a grupos electrógenos y otras que no. Por ejemplo, la Repsol de Alcalalí sí que estaba sirviendo gasolina y alimentos si se pagaba en efectivo, mientras que la de Cocentaina quedó completamente parada.

  3. En España, toda la red está interconectada, no hay una red por cada central de producción, como antiguamente. Cualquier evento disruptivo te tumba el país entero.

  4. Internet y las redes móviles se caen también. Hace años, se iba la luz pero se podía hablar con la policía por teléfono. Hoy, el teléfono queda inutilizado y la fibra de casa también.

  5. Los tranvías y los trenes se paran también. No tienen redes paralelas o alternativas, no hay una producción propia.

  6. La mayor parte de los ascensores se para y deja atrapado al que esté dentro.

  7. En algunos casos, ni tan siquiera funcionó el agua potable. En Beniarbeig sí que funcionó.

Entonces, al margen de los especialistas que ahora están hablando de kits de supervivencia y estrategias de "preparacionismo", sí que tengo claro qué tres cosas van a salvar del Mad Max eléctrico:

  1. El efectivo: Sin efectivo, no se pudo comprar nada. Los que, como yo, vamos sólo con el Apple Pay, las pudimos pasar un poco putas. La mayor parte de los cajeros no servía nada, aunque esa milagrosa Repsol de Alcalalí tenía hasta un cajero ATM Cash multimarca en pleno funcionamiento. Me echó gasolina el dueño y me enseñó el grupo electrógeno, del tamaño de un autobús, un puto crack.

  2. La gasolina: La única forma de circular fue con gasolina, y muchos usamos nuestros coches también para cargar nuestros móviles.

  3. Las piernas: Cuando todo se para, vas a pata. Tener la capacidad para caminar 20-30 km. en unas pocas horas es una gran ventaja. Los zapatos de tacón o las suelas de plataforma o rígidas tendrán muy buena estética pero te limitan.

De modo que ese mundo que algunos técnicos imaginaban en el que se usaban superconductores para tener una red eléctrica mundial, se suprimía el efectivo mediante monedas digitales o se dejaba de usar combustibles fósiles para electrificarlo todo tendrá que esperar a que se sepa respaldar la red y descentralizarla. Recuerdo que se dijo que internet se había inventado para poder seguir comunicándose ante ataques nucleares. El lunes dicen que hubo un fenómeno atmosférico infrecuente.

Pero el gran problema de este apagón está en su causa. No ha ocurrido nunca en Europa un apagón de esta magnitud, pero es que tampoco ha ocurrido nunca que hayan pasado ya tres días y no se tenga la más mínima idea de la causa. No hay desperfecto físico alguno, no hay registros de intromisiones indebidas en los servidores, ha sido algo transparente que apareció y desapareció en cinco segundos. Entonces, cada grupo ofrece su propia interpretación: los progres ven una excesiva codicia de las compañías eléctricas, los liberales ven un uso excesivo de las fuentes renovables, los ecologistas ven los graves efectos del cambio climático.

No se tiene ni idea de la causa de este apagón y probablemente nunca se vaya a tener. La explicación que técnicamente me ha convencido más es la de disrupciones gravitatorias o electromagnéticas en la red, pero lo que no me ha convencido es el origen de esas disrupciones. La explicación meteorológica es absurda, porque el día era plácido y primaveral, con temperaturas suaves e incluso frescas para la fecha. La explicación que yo me hago es la del uso de alguna tecnología por parte de alguien que sabía muy bien lo que iba a pasar.

Recordad el episodio de los misteriosos OVNIs cilíndricos que se derribaron hace algo más de dos años en Alaska y el sur de Canadá. Sobre esto, yo escribí varios artículos: 1, 2, 3. Y recordad también la oleada de New Jersey de finales del año pasado. Estos dos episodios tienen un parecido muy claro con el apagón: son tecnologías incomprensibles, en un primer momento las autoridades reconocen no tener explicación y prometen buscarla sin descanso y dar una solución, pero cuando pasa un tiempo y se enfría la atención mediática simplemente sueltan una obvia mentira y dan carpetazo. Todo el mantra siempre es "no inventemos explicaciones". En el caso de los OVNIs cilíndricos se dijo que no se había recuperado nada y que probablemente no sería nada, en el caso de la oleada de New Jersey se dijo que eran drones privados. En el caso del apagón español, muy probablemente se recurra a un supuesto fenómeno meteorológico excepcional, imprevisible, irrepetible y sobre todo transparente.

Pero aquí lo que veo yo es que el primer fenómeno se basó en hechos objetivos pero encubribles por las autoridades, el segundo se basó en hechos incontrovertibles pero inocuos y el tercero ha sido ya una agresión a nuestro modo de vida, aunque una agresión leve y breve.

Y todo esto me hace recordar cosas que he oído en las canalizaciones. Los pleyadianos de Wendy Kennedy ya han pedido perdón varias veces por "el caos que vamos a provocar". Los Yahyel ya vienen diciendo que van a bajar cuando estemos "preparados". Yo espero que la preparación no sea incomunicarnos completamente.

Para mí, dentro de la teoría de la conspiración, hay dos interpretaciones distintas de este apagón:

  1. Se trata de un ensayo para medir nuestra reacción colectiva, antes de extender esto a nivel mundial durante varias semanas, lo que pondría fin a todo el capitalismo y permitiría una toma de control sencilla y puede que transparente.

  2. Se trata de un "primer aviso" para las autoridades que no están cumpliendo las agendas y los plazos que se les han impuesto.

Hay que esperar a ver qué nuevas cosas imposibles pasan. En el cielo hay luces estacionarias y se pueden ver. No sé si están grabando, tomando datos o preparándose para bajar. Ahora mismo no hay certeza de casi nada, excepto de dos cosas: no va a dimitir nadie y van a seguir mintiendo.

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© A. Noguera