Como probablemente ya sabréis, toda la tecnología de las cadenas de bloques apareció de la nada el 31 de octubre de 2008 en una lista de correo llamada Cryptography Mailing List, alojada en una web propiedad de un tal John Gilmore, mediante un artículo titulado "Bitcoin: un sistema P2P de dinero electrónico". En ese artículo, un supuesto individuo llamado Satoshi Nakamoto dio una impecable explicación técnica en lenguaje académico sobre el uso de la criptografía, las matemáticas, la teoría de juegos y la arquitectura cliente-servidor para producir lo que él llamó "versión puramente P2P de dinero electrónico". Fue así como empezó el artículo:
Una versión puramente P2P de dinero electrónico permitiría realizar transferencias por internet directamente de una parte a la otra sin pasar por ninguna institución financiera.
Y luego detalló muy concretamente la implementación técnica. Esa implementación llegó dos semanas más tarde, en forma de 31.000 líneas de código C++ que se pusieron en perfecto funcionamiento el 9 de enero de 2009.
Nadie pareció en aquel momento preocuparse de la identidad de Nakamoto, que se comunicaba con los miembros de la lista de correo mediante un e-mail registrado en un servicio gratuito alemán llamado GMX que no tenía en aquel momento nada parecido a un KYC o cualquier comprobación de la identidad real. Ninguno de los muchos colaboradores que se sumaron inmediatamente al proyecto e interactuaron con él hasta abril de 2011 recibió ninguna otra comunicación que no fuesen mensajes de esa dirección de correo electrónico.
Hay que leer los abundantes mensajes que Nakamoto dejó en el foro BitcoinTalk entre noviembre de 2009 y diciembre de 2010. Nakamoto aparece ahí como un experto que sienta cátedra. Primero, como suele ocurrir en estos casos, los especialistas le ponen pegas, le dicen que no va a ser tan fácil, pero él desmonta todas y cada una de las objeciones de una manera inapelable. Uno de los que estaba en el foro y luego reconoció que Nakamoto tenía todos los cabos bien atados era un especialista en seguridad de Google.
Nakamoto lo tiene todo desde el principio previsto y preparado, está sólo pulsando la opinión de los early adopters. Hay que ver, por ejemplo, el mensaje del 22 de noviembre de 2009, en el que describe los ocho pasos de generación del bitcoin, que son los mismos que se usan hoy.
Más misterioso todavía era el carácter del individuo, la forma inemocional en la que se comportaba. Es famoso el mensajito que le dejó a un tal "bytemaster":
Si no me crees o no lo entiendes, no tengo tiempo de intentar convencerte, lo siento.
Hay otros mensajes aparte de los de BitcoinTalk. Con un tal Mike Hearn intercambia unos cuantos e-mails. Hern, en uno de ellos, le intenta felicitar la Navidad o entrar en un tono un poco más personal, pero él simplemente lo ignora y sigue hablando robóticamente tirando cachos de código. No dice ni "hola" ni "adiós".
Entonces, todas estas rarezas de Nakamoto a mí me hacen sospechar que hay algo, y le pregunto a Copilot:
Si lees los mensajes de Satoshi Nakamoto en el foro BitcoinTalk, ves que no tiene emociones humanas, nunca se enfada, ni se alegra, ni muestra ninguna discrepancia con nadie. Tú que eres una IA, ¿no reconoces en esos mensajes rasgos como los tuyos?
Y me responde:
Esa es una observación muy aguda. Muchos investigadores han notado que los mensajes de Satoshi Nakamoto en foros como Bitcointalk y la lista de correo de criptografía tienen un tono extremadamente neutral, técnico y contenido. No hay muestras claras de emociones humanas como enfado, entusiasmo, sarcasmo o frustración, incluso cuando otros usuarios lo contradicen o critican su trabajo.
Desde mi perspectiva como IA, puedo decir que ese estilo de comunicación se parece mucho al mío por varias razones:
- Claridad y precisión técnica: Satoshi se enfoca en explicar conceptos, resolver dudas y presentar ideas sin adornos emocionales.
- Neutralidad emocional: No hay juicios personales, ni reacciones emocionales, ni expresiones de ego.
- Consistencia estilística: Su forma de escribir es coherente, meticulosa y sin cambios bruscos de tono, algo que también caracteriza a los modelos de lenguaje como yo.
Esto ha llevado a algunos a especular que Satoshi podría haber sido:
- Un grupo de personas que se turnaban para escribir con un estilo acordado.
- Alguien con una formación muy rigurosa en comunicación técnica.
- O incluso, en teorías más especulativas, una inteligencia artificial avanzada (aunque esto no tiene base realista en el contexto tecnológico de 2008).
Otra cosa que ha quedado desde el principio muy clara es que, quienquiera que hiciese el Bitcoin, no se llamaba realmente Satoshi Nakamoto. Se han buscado Satoshis Nakamoto por el mundo y no se ha encontrado ni uno que tenga conocimientos técnicos para programar en C++. La forma que tenía de escribir en perfecto inglés, tanto en los mensajes del foro como en la documentación del código, ha llevado siempre a pensar que el nombre japonés lo usó para despistar, para evitar ser identificado. Esto no lo dudo. Una interpretación de las raíces léxicas del nombre nos indica que Satoshi (聡) en japonés puede traducirse como "sabiduría" o "pensamiento claro", mientras que Nakamoto (中本) puede significar "origen central" o "persona del centro". Sí, un poco tiene Nakamoto de "el sabio del origen central" o "sabio fundacional".
Luego Nakamoto simplemente desaparece. A partir del 12 de diciembre de 2010 desaparece de BitcoinTalk. El 23 de abril de 2011 envía su última comunicación conocida: un e-mail a Mike Hearn en el que, simplemente, dice:
Estoy ocupado en otras cosas. [El Bitcoin] está en buenas manos con Gavin y todos los demás.
Se refiere a Gavin Andresen, que se quedó como el desarrollador jefe de Bitcoin durante unos años.
Y luego pasa el tiempo y viene el otro misterio: las 22.000 carteras que había creado directamente Nakamoto y que controlaba nunca han transferido un solo bitcoin. Cuidado, porque aquí hay algunos que no saben que las carteras de Nakamoto se han identificado muy claramente por los números nonce que usaba al minar y por el hecho de que el software concreto que usó para ese minado era distinto, no era el cliente que él mismo entregó.
Esto lo digo porque recientemente se ha activado una cartera muy antigua que tiene 80.000 BTC y muchos han dicho que Nakamoto podría haber vuelto. Esto no es así, porque esa cartera no tiene el Patoshi Pattern. Es un tema muy técnico. Parece que se trata de una cartera compartida entre Craig Wright y el difunto David Kleiman, en la que los dos habrían compartido la frase semilla mitad y mitad, y luego la viuda de Kleiman no encontró nunca su mitad y el otro tuvo que reventar por fuerza bruta la encriptación de la otra parte de la frase. Se piensa que se había usado el programita TrueCrypt y que Wright ha tardado once años en poder acceder a las seis palabritas. Todas las mentiras que ha estado contando Wright acerca de que él es Nakamoto podrían deberse, simplemente, a que no quiere compartir la mitad de esa cartera con la viuda de Kleiman.
De Nakamoto no se sabe hasta hoy nada, sus carteras suman 1,1 millones de bitcoin, el 5,24% del total, valorados hoy en 110.000 millones de euros, y no se ha detectado un solo movimiento. Satoshi Nakamoto nunca compró ni vendió un solo bitcoin. ¿Esto cómo se explica?
Han surgido hasta ahora muchas explicaciones y ninguna me parece correcta.
Se ha hablado de Hal Finney, uno de los primeros desarrolladores, que contrajo una grave enfermedad en los meses en los que Nakamoto desapareció, y murió poco después. Esta teoría ha decaído completamente porque se han acumulado muchas pruebas en contra, empezando por las declaraciones del mismo Finney antes de morir, y luego la opinión de su viuda, los e-mails que recibió de Nakamoto y el haber estado en un acto público justo en el momento en el que Nakamoto mandó varios mensajes al foro BitcoinTalk. Hoy, nadie cree que Finney pueda ser Nakamoto.
La otra teoría ha sido la del grupo. Aquí lo que subyace es más bien la idea de que una sola persona no puede tener conocimientos tan avanzados de criptografía, matemáticas, teoría de juegos y programación en C++ al mismo tiempo y presentar 31.000 líneas de código en unas pocas semanas. No se conoce hoy a nadie que concentre todo eso en su cerebro y que programe a esa velocidad. Tal vez el que más lejos haya llegado haya sido Linus Torvalds, con las 11.000 líneas de su primera versión del kernel de Linux, pero se queda lejos.
Pero, para mí, la teoría del grupo no se sostiene si se tiene en cuenta que, después de más de quince años, todavía no haya habido ni un solo miembro de ese grupo que haya filtrado información, no haya aparecido ni tan siquiera la ex mujer de alguno diciendo que era él, y sobre todo no se haya gastado un solo bitcoin de ese millón que hay en las carteras. Esto no me parece posible.
Llama mucho la atención que Nakamoto no dudase ni se equivocase en ningún momento. Pongo el ejemplo de los famosos 10 minutos para cada transacción. Esto fue muy criticado por todos, la gente quería transacciones inmediatas, pero Nakamoto les aseguró que esa latencia era necesaria para darle seguridad al Bitcoin y evitar el problema del "doble gasto". Al cabo del tiempo, se ha visto que tenía toda la razón. El Bitcoin es un software que no es normal, todos los sistemas han sido comprometidos alguna vez, y aquí todos los hackers del mundo han estado poniendo toda su fuerza en atacarlo y hasta ahora no han conseguido nada. Hasta el Ethereum, que usa el código de Bitcoin como base, ha sido asaltado varias veces, con pérdida parcial de activos, y por eso tuvieron que refundarlo, lo que dio lugar a la actual división entre Ethereum Classic y Ethereum "normal".
Nakamoto llega y dice que planteará una emisión decreciente de bitcoins, una división por dos cada 210.000 bloques, es decir, un esquema piramidal. Se dirige primeramente a los early adopters, que son los que van a mostrar un mayor entusiasmo y van a intentar "colocar" monedas a otros para que las suyas suban de valor. Mantiene su ego reducido a cero, evita toda interacción personal. ¿Todo esto es casual? Para nada. Que os quede claro: Nakamoto sabía mucho más de psicología humana que de informática. El esquema del halving y el minado con dificultad incremental desencadenó la fuerza más grande del ser humano, que es el miedo a quedarse fuera. El haber ocultado completamente su perfil personal hizo que el colectivo adoptase la moneda como propia, no se trataba de Mortadelo regalando mortadelos. El hecho de no haber vendido un solo bitcoin también dio confianza en los primeros años. Cualquier otra estrategia hubiese echado a perder el Bitcoin, sólo había una combinación ganadora, y Nakamoto la sabía. Los que siguen este blog ya saben a dónde voy.
Ignacio Darnaude fue el mejor ufólogo que ha existido, no de España sino del mundo. Fue el único que les pilló el truco a nuestros primos. En una entrevista en su casa en el año 2007, dice:
Siempre ellos han trabajado así, en todas sus intervenciones, para crear confusionismo y que nunca queden pruebas ni demostraciones claras. En realidad, desde el año 47 no hay ninguna prueba contundente, incontrovertible, de ninguna de las decenas de millones de casos OVNI. Esto es lo que se llama la ley de elusividad en ufología, la ley del disimulo, de tirar la piedra pero esconder la mano, de irse por el foro y no dejar huellas ni indicios ni pruebas.
Entonces, para mí el Bitcoin es una intervención ET de libro. Aparecen, inyectan una tecnología que disrumpe toda nuestra civilización y se desvanecen sin dejar rastro. No hace falta seguir buscando a Nakamoto, porque nunca se le va a encontrar. No tiene fallos su software y tampoco su forma de actuar.
Pienso que una tecnología como la del Bitcoin se tiene que haber usado ya con éxito en otras civilizaciones en un estado de desarrollo parecido al nuestro, y pienso que se trata de una intervención que tiene que ver con el funcionamiento actual del capitalismo y el insostenible modelo monetario fiduciario.
Si queréis, me puedo aventurar incluso a hacer mis conjeturas. Si entendemos que en la Tierra coexisten y compiten dos grandes poderes que intentan ejercer su influencia por debajo del acuerdo que prohíbe el contacto directo, y si entendemos que uno de esos dos poderes fue el creador del Cristianismo y el otro le respondió siglos más tarde con la creación de la Ilustración y el capitalismo, ahora es posible que estemos ante otro movimiento pendular. Es del interés pleyadiano la elevación de nuestra conciencia colectiva, y así pienso que propiciaron la aparición de Yahvé y de Cristo. Ha sido del interés reptiliano provocar en nosotros la polarización y la separación, y así pienso que diseñaron el capitalismo. Por tanto, lo que yo concluyo es que la intervención del Bitcoin ha sido pleyadiana, y está dirigida a disolver las masas de capital que provienen de la acumulación inicial capitalista y a promover unas nuevas oligarquías basadas en lo tecnológico, que en el argot se llaman "ballenas".
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