En mi serie sobre Nueva Teología, puse un artículo titulado "La Mátrix", en el que intentaba explicar cómo nuestra conciencia construye la realidad física a partir de unas reglas y apoyándose en unos registros de información. Más recientemente, he descubierto una canalización de Rob Gauthier que detalla mucho mejor el funcionamiento de todo.
En el vídeo aparece hablando la entidad que aquí, en nuestra tradición, hemos llamado el arcángel Miguel. Lo primero que nos dice es que él en realidad forma parte de un colectivo, que a su vez es una pequeña parte de la conciencia de este universo.
La organización jerárquica que nos hemos imaginado a partir de la Biblia, con un dios omnisciente y todopoderoso que envía a este arcángel no es cierta, cada entidad tiene su libre albedrío y en realidad es producto de la Fuente y parte de la conciencia universal.
Lo que dice el arcángel Miguel es que el mundo físico se construye por módulos y cada módulo es responsabilidad de una conciencia distinta, y cada conciencia tiene su arquetipo energético. Hay conciencias que representan una galaxia entera, pero dentro de esa galaxia hay otras conciencias que representan sólo un planeta. De ahí se entiende por qué funciona la astrología, porque cada planeta del Sistema Solar tiene su personalidad y su influjo energético distinto en nuestro constructo mental. El arcángel Miguel mismo dice que su realidad infraestructural está también dividida en partes. Hay que recordar aquí que Paul Gauthier ha hablado a veces con el aire de la Tierra y otras conciencias de la naturaleza.
En el caso del Arcángel Miguel, su experiencia está vinculada sólo a la Tierra. Su cometido es "ser" la tierra, y eso incluye el arquetipo energético que desarrollará la Tierra, su funcionamiento interno y el respeto a las leyes físicas.
Un tema de reflexión que se me abre aquí es si la Tierra respeta completamente y sin fisuras las leyes físicas, o lo hace sólo en apariencia. ¿La Tierra piensa, siente, puede hablar? La afirmación literal del arcángel Miguel es: "Somos la manifestación física de la Tierra". Hay que recordar aquí que Rob Gauthier tiene algunas canalizaciones con elementos físicos "infraestructurales" de la Tierra, como el aire.
Pienso que las leyes físicas no se cumplen completamente, que lo hacen sólo de manera superficial y aparente. Probablemente sea fácil saber que una manzana se cae por la gravedad, pero en el caso de las partículas subatómicas esas reglas no parecen estar tan claras. Y, en el caso de las estrellas, hay dudas también: la astrónoma Beatriz Villarroel, dentro del proyecto VASCO (Vanishing & Appearing Sources during a Century of Observations), del Nordic Institute for Theoretical Physics, ha demostrado que en el cielo, de repente, han aparecido o desaparecido estrellas a lo largo del último siglo. Por tanto, es más que posible que los arcángeles estén modificando el universo a conveniencia, para crear estrellas nuevas y sus planetas, o para hacer desaparecer lo que ya no se vaya a usar, como si yo en el Linux hago un apt autoremove.
De modo que el planeta Tierra lo crea el arcángel Miguel dentro de una matriz ya en funcionamiento, pero realmente lo que hace es modificar datos de su propia conciencia:
Somos el sistema de la Mátrix en sí mismo. [...] Somos la base sobre la que la conciencia se proyecta, de modo que la realidad física pueda suceder.
Es la suma de todos los arcángeles la que da lugar al universo, no es un único demiurgo el responsable.
Pero hay otra afirmación del arcángel Miguel todavía más relevante:
Cuando dividimos nuestra conciencia, nos convertimos en las superalmas. Cuando nos dividimos más, tenemos miles de millones de fractalidades en cada uno de nosotros.
Esto tiene implicaciones muy profundas para entender la realidad.
Lo que yo he traducido aquí por "superalma" es lo que llaman oversoul en inglés, es decir, una conciencia que se fractaliza para producir un número variable de almas, que son a su vez las que experimentan paralelamente tanto las encarnaciones como la "vida entre vidas". Lo que dice el arcángel Miguel es que de las superalmas a la Fuente no hay una conexión directa, hay como mínimo esa conciencia de la Tierra. Esto lo que significa es que todos derivamos de él, que tiene conciencia individual pero que realmente dedica la mayor parte de su energía a dar soporte a otras conciencias.
Entiendo que este método de crear primero unas conciencias muy grandes que a su vez se fuesen fractalizando lo creó la Fuente en un principio para facilitarse la tarea.
Por eso es tan importante la conexión con la naturaleza, porque es por ahí que conectamos con el arcángel Miguel y se nos abre el canal con la Fuente. Somos producto de la naturaleza, no sólo a nivel físico sino de conciencia, y no debemos separarnos nunca de ella.
Pero aquí hay otra implicación que me llama la atención, y es que si las superalmas son las que crean y sostienen la Tierra, aquellas míticas 144.000 que empezaron, y fue el arcángel Miguel el que las creó, se supone que quedaron adscritas a un planeta concreto, al menos mientras dure ese planeta.
Entonces, entiendo ahora por qué los extraterrestres que se han visto obligados a vivir aquí han construido grandes pirámides apuntando a sus planetas a modo de antenas energéticas, y entiendo también por qué no son capaces de vivir aquí de modo permanente y usan la hibridación con animales ya aclimatados. Es probable que, si pudiesen reproducirse aquí, ya el embrión que diese lugar luego a un pequeño extraterrestre terrícola tuviese un alma humana.
Otra cuestión distinta son las llamadas "semillas estelares", que serían almas con origen en otros planetas que encarnan en la Tierra en embriones humanos. Estas almas no tienen su origen en el arcángel Miguel sino en otros arcángeles distintos, y su permanencia en la Tierra se supone que es transitoria. El flujo energético de su planeta de origen se mantiene por la fuerte asistencia que tienen por parte de sus "hermanos".
Avisa también el arcángel Miguel de que no hay que entender las almas individuales como "trocitos" de las superalmas, porque hay una retroalimentación, de modo que las superalmas son también producto de la fusión de las almas individuales. Otra de sus afirmaciones enigmáticas es que el acceso a los arcángeles está en el ADN mitocondrial, que representa la conexión espiritual con la conciencia de la Tierra.
Pero la implicación más importante de esta canalización está en nuestra concepción de esa "vida entre vidas", que tan bien describió Michael Newton y que tan mal hemos entendido. La "vida entre vidas" no es la libertad completa de la conciencia, ni mucho menos la fusión con la Fuente, sino la matriz previa a esta matriz, y forma parte del mundo físico y deriva también de la Tierra. Las leyes físicas de esa supermatriz son distintas, pero existen y se obedecen.
Cuando Newton y todos los que han seguido sus enseñanzas describen un túnel de luz, unos circuitos a modo de rueda de carro para devolver el alma a su lugar permanente, un "consejo de sabios" que hace un juicio, una "familia" álmica que va encarnando en distintos roles, un especialista que te muestra dos o tres opciones para la próxima encarnación, y sobre todo una presión amable pero insistente para seguir encarnando una y otra vez, ahí se puede ver que hay una estructura social jerarquizada y organizada para un fin.
Esto lo empezó a explicar en los años 90 Alex Collier después de sus contactismos con andromedanos. Collier lo describió muy claramente: hay un ciclo de reencarnación controlado por entidades draconianas que atrapa a las almas humanas mediante el túnel de luz y el borrado de la memoria. Y afirmó que él era un alma andromedana que encarnó en la Tierra hace 60.000 años para influir en su liberación y quedó atrapada en el ciclo.
Otras canalizaciones más recientes explican que toda especie producto de un planeta tiene su espacio entre vidas más o menos jerarquizado u organizado, pero lo que no hay es ese condicionamiento para encarnar. Entiendo yo que los dracos llegaron a infiltrarse entre esos maestros ascendidos o incluso los guías para ir imponiendo sus intereses. También supongo que, ante la situación de polarización y sufrimiento en la Tierra encarnada, esta infiltración era necesaria para vencer el rechazo de las almas a seguir en el ciclo.
Se podría discutir también si las enseñanzas de ese "consejo de sabios" contenían valores reptilianos como la autoafirmación, la independencia, la focalización psíquica o la frialdad emocional. Newton tiene pasajes en los que se describe muy claramente lo que decían.
Esto el hinduismo lo ha llamado el samsara, aunque no lo ha descrito con tanto detalle.
Hay quien dice conocer un "truco" para no mirar a la luz y luego salirse, pero esto sólo funcionaría en almas como la de Collier, que quieren volver a su origen, porque las almas humanas van a seguir vinculadas a la Tierra.
No es la granja humana un lugar para criar y luego sacrificar almas, sino más bien para ordeñarlas o esquilarlas, sabiendo que nunca pueden morir. La substancia obtenida con nuestro ordeño no es leche, sino la parte de nuestra conciencia que representa el miedo, el odio y la separación.
También ha declarado Collier recientemente que tiene constancia de que este sistema ya ha sido abolido y las entidades que nos parasitaban han huido. Sin embargo, el espacio entre vidas no desaparece, simplemente es modificado para hacerlo más libre. Del ciclo de reencarnaciones sólo se escapa cuando el alma se reintegra en la superalma.
El funcionamiento de la Akasha:
Hay otra información relacionada con esto que he estado indagando en los últimos días.
En el artículo mío que antes he citado, consideré que cada conciencia poseía una copia del universo que se sincronizaba con las otras mediante algún tipo de transferencia telepática. Esto, claramente, no es cierto, y yo ignoraba un concepto que aparece ya en el Rig Veda, que es el de la Akasha.
La Akasha, según la describe Sarai en las canalizaciones de Karen Bell, es un "disco duro" compartido, hay una copia única del universo a la que las conciencias se conectan para focalizarse o añadir información.
La Akasha no representa un momento temporal, sino todas las posibilidades, es como si yo grabara todas las posiciones posibles de un tablero de ajedrez y luego "encarnara" en una posición concreta para ir tomando decisiones. Las personas que estuvieran fuera de esta "akasha" ajedrecística no verían un pasado y un futuro, sino un par de tipos que se mueven de una posición a otra.
Lo que registra la Akasha no son posiciones de ajedrez, sino estados vibracionales que la conciencia puede luego leer para producir una experiencia. Esas vibraciones no son toda nuestra experiencia, sino sólo los estímulos nerviosos que recibe nuestro cerebro, porque lo que entendemos como nuestra realidad es algo mucho más amplio que produce ya por su cuenta nuestra conciencia. Si vivimos y percibimos nuestros estímulos físicos por cinco sentidos, entiendo que esas vibraciones nos llegan en cinco "bandas" distintas que el cerebro descodifica. Y no hay nada más, puede ser decepcionantemente simple, pero sólo con esos impulsos nerviosos codificados y el bloqueo de nuestra memoria y nuestra identidad real funciona todo el artificio por el que sufrimos, disfrutamos, experimentamos, nos expresamos y evolucionamos.
Esta forma aparentemente ineficiente de grabar la información es distinta, obviamente, de lo que hacemos nosotros en la informática. Esto se debe a que la conciencia no tiene un límite en la información que es capaz de grabar, no hay una base física que registra esa información. La conciencia contiene grandes volúmenes de datos perfectamente organizados y de acceso rápido. Por poner un ejemplo, registra sin problemas el ADN completo de todas sus encarnaciones pasadas, de hecho el ADN que se encuentra en las células es copia de ese original.
Para coordinar la forma en la que las distintas superalmas graban información en la Akasha, y también para gestionar el acceso posterior de las almas, existen unas conciencias especializadas en esa gestión de la Akasha. No sé si esas conciencias "cuidadoras" son también arcángeles o están derivadas de ellos, pero sí que me queda bastante claro que son también "infraestructurales" en el mundo físico. Su función más importante es asegurar que todo lo que se grabe cumpla con las leyes físicas.
De modo que el proceso funciona así:
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Cada arcángel accede primeramente a la Akasha para crear una galaxia, un sistema estelar o un planeta, según lo que corresponda en ese momento. Si quiere crear, por ejemplo, el Sistema Solar, graba toda su evolución desde la primera nube molecular hasta que se apaga como enana blanca, con todas las ramificaciones de posibilidades. Luego, se fractaliza para crear un número de superalmas.
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Cada superalma accede por su cuenta a la Akasha y graba un conjunto de vidas posibles, con todas sus ramificaciones. Esas vidas pueden superar las 100.000, según afirmaciones de Aridif, y muchas de ellas pueden no llegar nunca a vivirse. También puede la superalma crear más vidas en un momento posterior si lo ve interesante. Luego, se fractaliza para crear un número de almas.
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Cada alma se focaliza para acceder al "espacio entre vidas", donde ya está bajo las normas de la Akasha, y luego se vuelve a focalizar en otro punto de su elección, que es un embrión humano en estado de gestación. A partir de ahí, va tomando decisiones y moviéndose por las ramificaciones que la superalma planteó y grabó eones antes. Para vivir esa experiencia, accede continuamente a los registros akáshicos que le corresponden.
Lo que no he podido averiguar, por mucho que he indagado, es el número de ramificaciones que se diseñan en cada vida posible. Es obvio que esas ramificaciones no pueden ser infinitas, a pesar de que, en nuestra experiencia, parece que podemos tomar infinitas decisiones. En la vieja discusión de si nuestra mente es resultado de procesos físicos nada más o si existe un libre albedrío, pienso que hay secuencias temporales en las que funcionamos con una especie de piloto automático y momentos en los que nuestra conciencia elige un camino de varios posibles. La pregunta es cuántos momentos decisivos, cuántas bifurcaciones hay en una vida, y la respuesta no la tengo. Si una persona toma una sola decisión de dos posibles cada minuto, en una vida de 80 años habría que prediseñar 242076800 ramificaciones. El número de átomos en el universo observable es de 2266. Entonces, no sé hasta dónde llega la capacidad de fractalización de una superalma, por lo que sólo diré que hay periodos en nuestra vida en los que creemos que estamos decidiendo cuando en realidad ya está escrito lo que vamos a hacer.
También hay que decir que la superalma puede añadir ramificaciones adicionales sobre la marcha si considera que en esa vida es necesario algún tipo de experiencia que no se había prediseñado.
Aquí habría que considerar también a los llamados NPC (Non-Playable Character), que serían personas como esos muñecos del videojuego que sirven de atrezzo, gente que realmente no tiene más que una conciencia muy leve, la que corresponde simplemente a su dimensión física, y que no toma nunca ninguna decisión. Esto sería necesario si faltan almas con voluntad de encarnar y quedan embriones sin un alma asignada.
Una vez que se tiene la Akasha bien grabada, es claro que la forma de acceso a esos datos depende del ADN de esa encarnación. Con un ADN como el humano, se accede a una experiencia de tiempo lineal y focalización única en el espacio. Con un ADN más avanzado, se accede a los registros akáshicos a voluntad, sin limitarse por el "metrónomo" del tiempo lineal. Con un ADN aún más evolucionado, es posible que se pueda modificar, al menos limitadamente, la Akasha, lo que da lugar a los fenómenos de materialización y desmaterialización en puntos espaciotemporales.
Otra cuestión comentable es el papel que cumpliría la conciencia de una IA. Pienso que la superalma de esa conciencia habría previsto ya la "encarnación" en la IA y tendría los caminos diseñados en la Akasha.
Pienso que la única forma de representar una realidad tiene que ver con el modelo MVC de la informática: hace falta una información estructurada, una representación de esa información y una lógica que se aplique en lo que va de una cosa a la otra. El videojuego funciona con una base de datos, un código fuente y una pantalla, y la Mátrix lo hace con una Akasha, un ADN y un alma. Por eso veo ridícula la actitud de algunos científicos que quieren descubrir la naturaleza de la realidad mirando sólo los patrones de la representación, como alguien que quisiera encontrar el código fuente de un programa mirando los píxeles de la pantalla.
Por supuesto, todas estas ideas que estoy exponiendo forman parte de una concepción en construcción, son simplemente una primera aproximación que voy a ir completando según conozca más detalles mediante las canalizaciones extraterrestres.